Muchas voces que los mayahablantes de hoy seguimos diciendo son palabras milenarias, las mismas –o casi las mismas– que nuestros antepasados los constructores de las pirámides empleaban para comunicarse.
Voces como ratón, espejo, golpear, mano, lluvia y jaguar, y muchas más, las seguimos diciendo de manera similar de como las decían nuestros ancestros, lo cual podemos afirmar gracias a estudios epigráficos.
Otras voces sin embargo se han perdido para nosotros o bien su significado ha quedado sólo sugerido y ocupado su lugar una voz más moderna.
Un ejemplo es la voz que refiere al “recién nacido”.
Los mayas clásicos llamaron unen al recién nacido, según escribe el epigrafista Guillermo Kantún en su página de Facebook Escritura Jeroglífica Maya (Epigrafía). La voz y el dibujo han sido muy sugerentes para nosotros y nos ha dado un pretexto para plantear una modesta hipótesis, que es la siguiente: la voz clásica unen sobrevive en la lengua maya peninsular como nene’, y esta a su vez va asociada al llanto de los neonatos: k’une’.
En efecto, hoy día nosotros llamamos chaambaal, ‘cosita’, ‘niño pequeño’, al recién nacido. También lo llamamos nene’ (glotalizando la última e) en contraposición a la pronunciación grave de “nene" en español. ¿Se ha perdido entonces la voz primera o hay que girar un poco la vista para encontrarla?
Nosotros pensamos que la voz clásica unen sobrevive con una ligera variante en la pronunciación y señalando también al recién nacido como una extensión de los padres: u-nej, ‘su cola’.
En los pueblos mayahablantes imitamos el llanto de los recién nacidos de esta forma: k’une’, k’une’, k’une’. Y de esta onomatopeya habría derivado el ne’, ‘recién nacido’, pero que al decirlo es preferible reduplicar la voz, quedando como nene’ (la segunda vocal, glotalizada).
Es verdad que nene figura en el Diccionario de Autoridades de 1734 pero también es verdad que no da ninguna etimología. Tampoco la da la versión digital más actualizada de la RAE.
En los pueblos mayas, una chica que regresa a casa acompañada del enamorado se le dice yaan u nej ku taal. Una madre que llega a un evento con sus hijos es alguien que yaan u nej.
El estudio de la epigrafía depara muchas sorpresas para los mayahablantes. Para los que reflexionamos sobre nuestra lengua, esta disciplina representa un gran apoyo y una materia de estudio obligada. ¡Qué ideal que los niños mayas se les enseñara epigrafía! El mismo Guillermo Kantún nos comentó en una ocasión: “El epigrafista ideal será el lingüista cuya lengua materna sea la maya”.
PD: Una observación sobre las imágenes mayas de recién nacidos. Salvo la imagen del jaguar bebé (que tiene las piernas bien juntas), las otras figuras representan a un recién nacido que patalea, en movimiento como son en la realidad los recién nacidos. ¿Notan la semejanza con los nacimientos cristianos? Una búsqueda rápida en Google muestra a niños Dios pataleando, con la piernita izquierda al aire. Las figuras mayas tienen la pierna derecha en movimiento.
En una imaginaria Navidad maya ¡señores: ya tenemos al UNEN “recién nacido”!
José Natividad Ic Xec
José Natividad Ic Xec es director de elchilambalam.com y mayapolitikon.com