Manuel Ortiz Pacheco, un poeta maya fascinado por la mujer

Ma’ayilo’ob tuukul (Polvos del pensamiento) es el primer poemario del maestro Manuel Ortiz Pacheco (Ticul, Yucatán, 1937) y fue publicado en 2014 por la Sedeculta. El volumen contiene 64 poemas en lengua maya, con sus respectivas versiones en español.

Quien escribe esto no conocía a don Manuel hasta hace tres o cuatro años. Sin embargo, muchos llegamos a conocerlo en persona a raíz de los encuentros de Escritores Mayas de la Península, organizados por Bellas Artes.

Muchos recordarán también la manera muy peculiar  de don Manuel Ortiz de leer sus poemas: poniéndose de pie, gesticulando con fuerza y poniendo todo el poder de su voz en la lectura (gritando, dirían unos). Es decir, como se debe decir en maya.

“Don Manuel”, “don Manuelito”, así se le ha oído llamar al maestro Manuel Ortiz en los pasillos de Bellas Artes. Pero esto fue solo después de los encuentros de Escritores. Para los estudiantes de literatura más jóvenes (en maya o en español), el veterano poeta sólo era un personaje exótico al que de cuando en cuando aparecía “con su sabucán de sosquil” y su “totem tipo rey Pakal” en el pecho.

Es un hombre sencillo el maestro, un conversador muy dispuesto siempre a explicar su manera de componer. En una ocasión, en los pasillos de Bellas Artes, se detuvo a conversar con los estudiantes y escribió un poema a la vista de todos, basándose en una hoja de árbol caído. Luego le regaló el poema a una de las chicas.

Estrictamente, es verdad que a don Manuel no lo conocían muchos en persona, pero sí se conocían de él algunos poemas que por azares se han colado en las redes.

Manuel Ortiz Pacheco, poeta maya originario de Ticul, Yucatán

Con Ma’ayilo’ob tuukul (Polvos del pensamiento) el lector puede conocer un poco más sobre el veterano maestro, que ha enseñado en diversos estados durante cuarenta años, según se indica en el volumen. Con Ma’ayilo’ob tuukul uno puede vislumbrar sus temas favoritos o conocer su iik’ (alma), como gusta decir mucho en sus poemas.

Es un poeta muy personal don Manuel, casi enclaustrado en el círculo de “ella y yo”, alejándose de los temas que se pensaría son comunes en los escritores en lengua maya.

Es un hombre enamorado, fascinado por la belleza de la mujer a quien se refiere con las palabras más tiernas. En sus poemas veremos constantes escenas de una pareja enamorada, escenas de una pareja recién casada. Escenas de un amor correspondido y pleno. Para ello, el poeta echa mano a imágenes sencillas de la vida cotidiana para decir cosas buenas sobre la mujer.

El lector que disfruta del buen castellano seguramente no le gustará la versión en español del poemario, primero porque “no es una traducción”, como deja en claro el autor. La suya, explicó desde el principio, es una “traducción literal” con la pura finalidad de que no se pierda la esencia de sus poemas.

El maestro y escritor Manuel Ortiz Pacheco posa con estudiantes de Creación Literaria en Lengua Maya, en el auditorio de Bellas Artes. De izquierda a Derecha, Mayra Nah, Mayra Chulin, Virginia Matus y Orlando Balam

La cuestión de la versificación es un misterio todavía de “cómo ocurre” entre los escritores en lengua maya. Así lo es también con don Manuel: muchos poemas podrían ser leídos mejor como textos en prosa.

De entre los 64 poemas de la obra, el cronista recomienda especialmente los números 3, 12, 16, 18, 22, 25, 27, 46 y 64, debido a la naturalidad de la expresión y la belleza de las imágenes que utiliza.

Ma’ayilo’ob tuukul es un poemario sobre el amor a la mujer. Hay un momento en que toca el tema de la muerte, pero se suelta pronto para continuar sus cantos a las féminas.

El lector puede encontrar un puñado de poemas nuevos de don Manuel Ortiz, en el volumen 2 de los Nuevos cantos de la ceiba, también publicado por Sedeculta.

José Natividad Ic Xec

José Natividad Ic Xec es director de elchilambalam.com y mayapolitikon.com

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