Si apestas más de lo normal cuando sudas, no te angusties porque eso se cura después de algunos baños con la yerba tu’ xiik. Si los pies te apestan, también se curan con esta yerba.
Así se explica en la antología U ts’íibilo’ob in miatsil, obra que reúne cuatro “libros cartoneros” escritos en lengua maya por profesores del oriente de Yucatán:
Tu’ xiik’: Le xíiwa’ ku cha’akal u le’, u ja’il pa’ate’ yéetel u le’ile’ ku yichinta’al, ka’máal ku ichintbil ti’ jump’éel k’iin ichil óoxp’éel k’iino’ob, le je’ela’ u ti’al máaxo’ob máan yaan u book u xiik’o’ob chen k’ilkabnako’ob, wa jach ku tu’utal u book u yooko’ob chen ooxolnak ich u xaanabo’ob. [sic]
[Se hierben las hojas y una vez enfriada el agua el paciente se baña con ella. Lo hará dos veces en un día, durante tres días. Este tratamiento está indicado para la gente que le apesta más de lo normal las axilas cuando sudan, o bien lo pies cuando usa calzado cerrado. ]
¿No logra embarzarse? Busque la raíz del henequén llamado noj kij, hiérvala con un poco de agua (junluuch) y bébalo dos veces al día por dos días…. Y ya verá.
O al contrario, ¿ya no quiere seguir con su embarazo? Pues ahí están los licuados de sábila….
Tienes fogajes o te duele la garganta, no hay problema que también la cura está a mano: para el primero usa el xikin burro, para el segundo use el pomolche’.
Estas y algunas otras recetas están contenidas en el libro Xíiwo’ob ku ts’aakankilo’ob, uno de los cuatro que se incluyen en la antología U ts’íibilo’ob in miatsil.
Enfermedades comunes pueden curarse con hojas o frutos que están a la mano.
Dolor de cabeza, de ojos, de oído, garganta, golpes y moretones, heridas infligidas con armas punzocortantes, cólicos o aire en el estómago, diarreas, dolor de muelas. Todo tiene una cura en las yerbas.
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U ts’íibilo’ob in miatsil es una antología que integra cuatro libros cartoneros. Los tres primeros son popolt’aan (narrativa, prosa) y consiste en tres kóon tsikbal (historias cortas, cuentos). El cuarto libro es el recetario de herbolaria.
En los dos primeros libros son protagonistas el ganado vacuno. En el tercero, un venadito.
En el primer libro, un torito (Chan wakax) crece amando la naturaleza y su belleza (a la manera de Platero), pero un día tuvieron que meterlo al ruedo para mantear y sería una prueba Si salía manso sería sacrificado, pero sería conservado vivo si resultaba bravo. Advertido por unas abejitas y aguijoneado por ellas a la menera de Ío, el torito reacciona en el ruedo en el último momento y se salva.
La segunda historia (Wáay wakax) cuenta la historia de un torito y su ama, que están muy unidos (¿ve una vaga idea de la madre de Asterión?). En las noches la mujer se desprende la cabeza y se coloca una de toro y sale a la calle. Su cabeza humana queda en casa, pero el marido la descubre y echa sal a la cabeza para que la mujer no pueda volver a la normalidad.
K’asa’an kéej es un venadito que no es malvado en realidad, sino desobediente. Contra la voluntad de sus mayores se adentra en la selva, donde se desorienta y no puede volver a casa. Se topa con un gran jaguar quien le habla. Uno esperaría que sea devorado el venadito pero no: el jaguar le da una lección y el venadito regresa a casa a salvo.
Agradecemos a nuestro amigo Jesús Lizama haber donado su ejemplar impreso a la Biblioteca de Autores Mayas Contemporáneos. Aquí compartimos materiales en lengua maya para su descarga gratuita.
El cuarto libro de la antología es Xíiwo’ob ku ts’aakankilo’ob. Reúne más de 25 recetas sencillas, pero cuyo uso están vigentes en la Península, más en las comunidades mayas.
En la instroducción de la antología se cuenta cómo comenzó este proyecto de largo plazo cuyo objetivo es fomentar la lectura de textos mayas en los niños.
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Más de 200 profesores mayahablantes de cinco zonas del oriente de Yucatán trabajaron en el proyecto en el curso de 2012 al 2016, y de 2018 hasta la actualidad con la impresión de una selección de los trabajos realizados.
“¡Fueron 70 libros cartoneros los que llegaron para ser revisados”, recuerda la maestra Lidia Noh Torres, uno de los cinco inspectores que encabezaron el proyecto editorial.
“Los cinco inspectores nos reunimos a trabajar en los libros” cuenta durante una conversación telefónica el miércoles 8 de diciembre. “Fue un trabajo largo y difícil. Que los libros traten temas inéditos, fue el criterio principal que aplicamos”, señala. Otros dos criterios son que la escritura esté unificada, lo que supone que haya sido escrito a una sola mano, es decir, por la misma persona. Asimismo que los dibujos sean originales, no copiados de otras fuentes.
“Al final del proceso de selección nos quedamos con ocho libros cartoneros para ser impresos en una antología, pero sólo se pudieron imprimir cuatro libros porque no alcanzaba el presupuesto para más”, explica la inspectora de la zona 019 con base en Chankom.
“Lo que sigue, ahora que ya fue presentada la antología, es difundirla más. Que sea conocida la obra en todos los escenarios posibles. Quizás en la siguiente Feria Internacional de la Lectura en Yucatán (Filey), si nos invitan”, se esperanza la maestra , quien es experta en hierbas medicinales.
De hecho, como especialista en etnobotánica se encargó personalmente de hacer las fotografías de las plantas, lo cual fue un trabajo grande. (En la antología, no obstante, su nombre no figura en los créditos.)
Los libros cartoneros, cuando se comenzó a trabajar en ellos, se conformaron de muy diversas maneras, y eso fue una decisión de los profesores. Unos trabajaron individualmente, otros en parejas, otros en equipos. Era como mejor se les ajustara a sus circunstancias personales, explica Lidia Noh.
Satisfecha de la edición a pesar de pequeños inconvenientes en la edición, Lidia Noh es optimista y espera ver en un futuro cercano una edición mucho mejor.
En 2018 comenzó a divulgarse de manera oficial este trabajo de manufacturación de los libros cartoneros, pues la Secretaría de Educación designó a cuatro directores del programa de tiempo completo cuya misión sería difundir estos trabajos, según se explica en la introducción de la antología.
Así habría nacido la idea de elaborar materiales especiales para abordar la lengua en el salón y los niños lo tomen con interés. Estos productos los llamaron los profesores “U ts’íibk’abil áanalte’ob ” o “libros artesanales en lengua maya” en español.
Descarga AQUÍ U ts’íibilo’ob in miatsil
José Natividad Ic Xec
José Natividad Ic Xec es director de elchilambalam.com y mayapolitikon.com