La religión de los mayas sobrevive en Yucatán

Niños mayas de Xkerol comen "mamoncillos" mientras esperan el momento de su actuación como sapitos

Niños mayas de Xkerol comen “mamoncillos” mientras esperan el momento de su actuación como sapitos

Por SANTIAGO HOIL CRUZEl impacto de siglos de dominación cristiana y los embates de la globalización en la Península de Yucatán no han extinguido el espíritu religioso de los pueblos mayas. En muchas comunidades continúan realizándose, aunque cada vez menos, las ceremonias agrícolas como la bendición de semillas, rogaciones para pedir la lluvia y acción de gracias por las cosechas obtenidas.

El pasado domingo, junto con un grupo de comunicadores, fuimos invitados a la celebración de un Ch’a’a cháak, en la comunidad de Xkerol, comisaría de José María Morelos, en Quintana Roo, la cual encabezó el jmeen Fernando Caamal.

Algunas ceremonias mayas, como el Waajil kool y el Ch’a’a cháak, las realizan los hombres, adultos y niños. Las mujeres participan con la elaboración de una parte de la comida, como moler el maíz para los panes (waaj) y hacer el k’óol (una mezcla espesa que se hace con el caldo de las gallinas que se ofrendan).

ABUELO

El jmeen durante sus ruegos a los Yuumtsil

Los hombres, guiados por el jmeen, arman el altar, sacrifican las gallinas, escarban el píib (hueco cuadrado) para hornear los panes (de maíz y capas de pepita molida) que se envuelven en horas de boob y plátano, que luego son desmenuzados remojados en k’óol y la carne de pollo para ofrendar en el altar.

Junto al altar donde el sacerdote maya realiza las rogaciones para pedir la lluvia, los niños participan imitando las diferentes voces de las ranas, uno en cada una de las cuatro esquinas de la mesa.

En esta ocasión, Yuum Cháak se hizo presente inmediatamente en cuando el jmeen terminó la ceremonia.

Los pibes recién sacados del horno

Los pibes recién sacados del horno

Para que las Yuumtsil (dioses del monte) acepten la ofrenda es necesario que los hombres que participan no hayan tenido relaciones sexuales cinco días antes de la ceremonia, señala el jmeen. De no ser así el ritual podría no ser efectivo.

Las mujeres no pueden participar porque cuando una mujer está menstruando afecta el estado de ánimo de los guardianes del monte. “Sería complicado preguntar a cada una si está o no en su período para dejarlas participar”, señala el sacerdote.

Para que estas tradiciones mayas ancestrales continúen es vital la participación de los niños quienes en el futuro replicarán lo aprendido de sus padres. En 2013 la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura) incluyó en la lista del patrimonio cultural inmaterial la ceremonia maya de “La Paach”, un ritual de veneración del maíz del oeste de Guatemala, decretando medidas urgentes de salvaguarda de esta tradición.

Al iniciar mi participación en elchilambalam.com, manifiesto mi convicción de que las ceremonias como el Ch’a’a cháak y el waajilkool, entre otras, deben contar con todo el apoyo de las autoridades de los diferentes niveles de gobierno y el respaldo de organizaciones internacionales para garantizar que se sigan vivas, que se sigan celebrando, pues son ceremonias agrícolas que forman parte del invaluable legado histórico que nos dejaron nuestros abuelos mayas.

Pollos enteros entre la ofrenda a las deidades mayas

Pollos enteros entre la ofrenda a las deidades mayas

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