¡Qué grande es el pequeño colibrí (ts’unu’un en lengua maya) en la mitología de los mayas!

En el aula de clases, una compañera preguntó de pronto a otra en lengua maya.

–Allá en tu pueblo ¿sabes dónde encontrar un nido de colibrí?

–No. ¿Para quién lo necesitas?

–Para mi hija….

¿Necesitar para qué? Ahí estaba lo interesante del asunto aunque sólo después lo comprendí y me quedé con muchas preguntas cuyas respuestas todavía desconozco.

Es creencia en los pueblos mayas que a las niñas se les debe “aplicar” un nido de colibrí en los pechos para que en el futuro no tengan los senos demasiado grandes, “que no es cómodo”.

–A mí me lo tienen hecho –aclara la que preguntó primero, y su expresión es de satisfacción, y su gesto indica que funcionó la medida.

La interlocutora: “A mí también me lo han hecho. A mis hermanitas que nacieron aquí en Mérida ya no (por lo difícil que es encontrar un nido), y ¡pobres! Ellas sí que tienen los pechos muy grandes”.

En una charla a parte, abordé de nuevo el tema con la interlocutora muy versada en las costumbre mayas. Me explica el mecanismo de la aplicación del nido: “Los papás deben conseguir un nido de colibrí que esté intacto. Un nido desmadejado no sirve”, comenta. “Se trata de aplicar nueve veces el nido (boca abajo) sobre cada lado del pecho, y asunto concluido”.

Pero ¿qué tiene que ver un colibrí con los senos? En el inicio de una conferencia disponible en la web, el director del Museo Popol Vuh, de Guatemala, Oswaldo Chinchilla, muestra un plato en donde se aprecia la figura de una mujer sentada con el torso desnudo, los senos expuestos, y un “insecto” con enorme trompa succionando su pecho izquierdo. (Se supone es un colibrí estilizado.) VIDEO.

Chinchilla señala que en la mitología maya la avecilla es la metáfora del Sol que fecunda la tierra. En efecto, el personaje de su historia principal se disfraza de colibrí para llegar a la mujer que desea y yacer con ella sin saberlo el padre de aquélla. En otra historia, una bola de plumas (de colibrí) produjo el embarazo de la madre de Huitzilopochtli…

Es común presentar al colibrí con una flor (o sólo su corola) atravesada por el pico muy largo una flor. Para mi interlocutora este detalle está bastante claro, y dice en maya: el colibrí liba la miel de la flor de los pezones. “¿Te has fijado que el areola y el pezón forman una suerte de flor..? En verdad que no.

Por eso decimos: ¡qué grande es el pequeño colibrí en la mitología de los mayas! En el futuro debemos preguntar más este tema a nuestros hermanos mayahablantes.