Una de las palabras mayas más usadas hoy día para referirse a los vehículos, especialmente a los automotores, es la siguiente: kisbuuts’. Es una palabra compuesta de dos voces: kiis, expulsión de gases por el ano, y buuts’, humo.
En este caso particular, la palabra parece que se justifica porque los automotores “echan humo”. Pero hasta ahí.
Las preguntas en torno a la idoneidad de su uso en este sentido surgieron en el cronista durante una charla con don Domingo Dzul Poot.
Cuando el cronista pasó a despedirse, don Domingo Dzul tuvo la amabilidad de acompañarlo hasta la salida, y mientras caminaban preguntó si elChilamBalam traía vehículo. Aquél dijo que sí, y él dijo lelo’ jach ma’alob xan: séeb kan k’uchuj ta wotoch. Pero lo que más llamó la atención al visitante es la voz que el célebre cuentista usó para referirse a vehículo: Yaan wáaj a jíilliljíil.
En una siguiente visita el cronista preguntó por la palabra, y él, con la calma que siempre lo distingue, explicó largamente su razón: La función de un vehículo es trasladarte de un lugar a otro. Si es así, la palabra indicada es jíililjíilporque eso es lo que hace: te traslada arrastrándote.
Sin embargo, señala el cronista, es muy común hoy día usar kisbuuts’ para indicar vehículo…
¡Ah, eso se debe a Juan Ramón [Bastarrachea Manzano]!, dijo espontáneamente, riéndose. Y contó la anécdota: la propuesta salió durante las deliberaciones para la conformación del Diccionario Maya Español Cordemex. Juan Ramón propuso kisbuuts’ para vehículo. “Yo le dije que no es correcto. Que en todo caso la palabra que más se aproxima es jíiljilil”. Su función no es echar humo, sino trasladar arrastrando”, pero Juan Ramón se mantuvo en su posición.
Dirigidos por el célebre Alfredo Barrera Vásquez, en la conformación del Diccionario Maya Cordemex fungieron como redactores Juan Ramón Bastarrachea Manzano y Wílliam Brito Sansores. Como colaboradores, Refugio Bermont Salas, Domingo Dzul Góngora y Domingo Dzul Poot, en este orden.
No obstante, la discusión de la voz kisbuuts’ entre don Domingo y Bastarrachea Manzano quedó en anécdota, pues no figuró en el Cordemex (1980), donde desde luego no podía tener lugar un “neologismo” con resonancias de la voz kiis.
Parece que la palabra entró a formar parte de los diccionarios a partir de 2009, por obra del maestro Javier Abelardo Gómez Navarrete, de Akil, Yucatán.
Hoy día es común decir kisbuuts’ para nombrar a los vehículos, pero bien pensado no es una buena palabra. La explicación de don Domingo Dzul es bastante simple y bastante clara en opinión del cronista. Bien visto, un kisbuuts’ es una chimenea, un mofle, un objeto que expelo humo, que ahuma. Pero también que echa polvo.
En su pueblo natal, Peto, el cronista escuchó esta voz para referirse a los que somos de baja estatura, a los chaparritos: es un kisbuuts’, dicen, porque cuando uno se echa un pedo levanta el polvo de la tierra. Se le dice también a los niños que no crecen y permanecen largo tiempo “bajitos”.
No incluye kisbuuts’ el Diccionario Básico Español-Maya Maya-Español (Juan Ramón Bastarrachea Manzano, Ermilo Yah Pech, Fidencio Briceño Chel, año de 1992), cuya versión digital puede consultarse en la web de la UADY. Ni siquiera incluye el concepto de vehículo o automóvil.
Un paso más adelantado, el “Diccionario Popular” (Juan Ramón Bastarrachea Manzano, Jorge Manuel Canto Rosado, editado en 2003) , en su sección maya-español, incluye autobús pero mayaniza la voz y lo traduce como buus. En su sección español-maya, usa waawáaj y buus, para lo mismo. El cronista conoce la primera voz por la literatura cubana.
En un solo lexicón maya figura kisbuuts’: en el “Diccionario Introductorio” Español-Maya, Maya Español, de Gómez Navarrete, y que fue editado en 2009 por la Universidad de Quintana Roo. Ahí puede leerse lo siguiente: KIIS BUUTS’.- sus. Automóvil , autobús. [sic]
Hay voces en lengua maya que pueden sonar muy crudas en virtud de su expresividad. Pero la generalidad de los mayahablantes posee por naturaleza lo que en español se llama “buen gusto”.
En un evento sobre las semillas nativas en la Facultad de Biología de la UADY, en Mérida, el cronista regresó por un bocadillo que vendía una de las expositoras, pero ésta ya había guardado la venta.
Le dije, literalmente: Ts’o’okaj ta’akik. Y ella se me quedó mirando y luego me dijo muy lentamente: Ma’: ts’o’ok in líik’sik. O sea: “No: los he puesto en resguardo”.
Los compañeros de las mesas aledañas estallaron en risas y el cronista se rió mucho también, y las conversaciones –y juego de palabras– continuaron un buen rato.
Sabemos los mayeros que la palabra ta’ak equivale a “guardar”, “levantar”, “esconder”. Estrictamente yo le pregunté a la señora “si ya había escondido” la mercancía, lo cual no es exacto. Pero ella, gentil, corrigió la voz no por el uso impropio sino porque “sonó mal” : en maya ta’ak suena a ta’, o sea, a excremento.
El buen gusto en las palabras es connatural en los mayahblantes. Cuando una persona habla “peladamente” no se la considera grosera, simplemente se la considera jach táaj k’aas u t’aan. O sea, “un individuo que se expresa de manera muy fea”. El rechazo es por motivos estéticos, no gramaticales ni morales.
Por lo pronto, el uso de kisbuuts’ para decir vehículo automotor ya se ha afirmado por el uso, pero quizás los estudiosos de la lengua convengan en que habría que reconsiderarla con más detenimiento.
De seguir diciendo kisbuuts’ a los automotores, también habría que llamar kisbuuts’ al mal llamado “tren maya”, pero hemos visto que los mayeros que creen en ello lo llaman tsíimin k’áak’ (caballo de fuego). Pero eso ya es otro tema.
José Natividad Ic Xec
José Natividad Ic Xec es director de elchilambalam.com y mayapolitikon.com