El escritor Jorge Miguel Cocom Pech recordó hoy dos enseñanzas capitales de sus padres: la independencia política y el amor a la identidad maya, y exhortó a los mayas a llevar con orgullo su nombre y apellido, durante la presentación de su nuevo libro K’aank’an ya’il icho’ob. Waye’ ma’ t’aan ich maaya o Lagrimas de oro. Aquí no se habla en maya, en el Gran Museo Maya de Mérida.
En su elocución, el hijo de Calkiní, Campeche, recordó momentos fundamentales de su infancia y expresó su agradecimiento a las personas que lo ayudaron a sobrellevar los trances que hubo de soportar de niño cuando la castellanización escolar estaba en su apogeo y era radical.
Momentos antes, tres presentadoras habían hablado sobre el tema del libro en el que sobresalen los castigos que tenían que afrontar los niños que se atrevían a hablar en lengua maya en los salones de clase: se les ponía de rodillas sobre corcholatas o simplemente de rodillas, con los brazos abiertos. En este ambiente, Jorge niño evadía la escuela y se ocultaba en las soledades de grutas y cuevas.
Rememoró la negativa de su padre de ir por unos bultos de cemento que los directivos de la escuela regalaban. Viviendo su familia en una casa humilde con piso de tierra, el niño Jorge pensaba que era una buena oportunidad ir por lo ofrecido, pero después de tanta insistencia el padre le dijo tajante: “No me gusta recibir nada del maestro X, porque llegado el tiempo de las elecciones me pide mi voto y eso no me gusta”.
De su madre recordó su alegría y su tristeza. Feliz de haber terminado el tercer curso estaba muy contenta de continuar con el cuarto grado, pero aquí tuvo que hacer una difícil elección: o renunciaba a su hipil e iba vestida de “catrina” o no podía entrar. Su madre prefirió quedarse con lo suyo, que era su identidad.
En la presentación, el autor dijo de memoria dos o tres poemas de su autoría y recalcó que su único mérito de escritor es haber sido un buen oidor, porque lo que narra en sus libros fue aprendido de sus mayores, especialmente de su abuelo Gregorio. “El mérito es de un pueblo”, dijo.
“El nombre de un hombre lo enaltece si lo sabe llevar (con dignidad)”, recuerda que le aconsejó su abuelo quien en su momento lo “consagró” como continuador de una cultura, en una ceremonia de más de siete horas. Mordido por una víbora, Jorge cree y afirma que el incidente en que por poco pierde la vida fue una especie de consagración, dado el significado que tienen los reptiles entre los mayas.
El nuevo libro de Jorge Cocom cuesta 230 pesos y estará disponible en Educal y en otras librerías dado que lo imprimió Trillas.
José Natividad Ic Xec
José Natividad Ic Xec es director de elchilambalam.com y mayapolitikon.com