Mérida, Yucatán, 4 de marzo de 2012 (elChilamBalam).– La idea impuesta por el sistema educativo de que los mayas quedarán marginados si no se ajustan a los programas oficiales es una mentira, y ha quedado demostrado con programas pilotos ejecutados en otros estados.
En Michoacán, el programa San Isidro para fortalecer el purépecha, se va realizando desde hace 10 años y han egresado los primeros profesionales educados en ese programa, señala el maestro Macedonio Martín Uh, de la UPN, en el marco de una exposición en la mesa de análisis de la lengua maya en la educación, el jueves 1 pasado en la delegación CDI-Yucatán.
“Es falso que los indígenas se queden rezagados en el progreso del mundo” si no se ajustan a los programas, reafirma el maestro Martín Uh, y precisa que el eje del programa consisten en enseñar en purépecha desde la Primaria y emplear el español sólo en las últimas dos horas de clases.
En una exposición en que acudió a estudiosos de las lenguas indígenas (Carlos Montemayor) y teóricos de la educación (Pablo Latapí), el maestro Macedonio Martín recomendó a las instituciones que se enseñe la maya desde la primaria (todas las materias en maya) y que la CDI realice más actividades culturales en las poblaciones de interior, como bailes y veladas, para que la gente cobre conciencia de su cultura.
Pero el maestro Fidencio Briceño Chel discrepó con este último punto. ¿Gastar dinero para realizar actividades folclóricas sin ningún beneficio a largo plazo? Propongo mejor que ese dinero se invierta en la educación, aseveró.
En su exposición el maestro Briceño recalcó el peligro real de la extinción de la lengua maya y enfatizó sobre las cifras de la población mayahablante.
La fortaleza de la lengua maya hoy día está en la población de 20 a 24 años de edad y de ellos depende la perpetuación del idioma, indicó. De no hacerlo, los nietos de esta generación no hablarán maya, advirtió.
El maestro Briceño Chel señaló la indiferencia que han tenido las autoridades en turno, y mencionó un caso más reciente en que Indemaya negó la autorización para que expertos de la Unesco capacitaran en Mérida a un grupo de promotores mayas. El evento fue realizado en Xcaret, el lugar menos indicado cuando se trata de un grupo que lucra con la cultura maya, afirmó.
En las sugerencias para mejorar la situación del idioma, Fidencio Briceño recomendó en primer lugar no desanimarse en la empresa ni acomplejarse cuando se trabaja en un tema que tiene tantos obstáculos, incluso entre los que tienen el deber de promover la maya. Desconfió de los esfuerzos que pudieran hacer en este punto los legisladores, pues “son gente que tienen otras cosas en la cabeza”. Si alguien debe hacer algo por la lengua somos nosotros quienes hablamos la maya, porque a nosotros sí nos importa, afirmó.
“Si no se acaba el mundo”, ironizó, sugiero la creación de nuevos locales en donde se enseñe la maya, que se cambien a las autoridades actuales y se ponga en su lugar a gente que entienda del tema, gente comprometida con su cultura.
Asimismo, que se enseñe a los niños en lengua maya, no gramática como se hace actualmente, sino a hablar y a escribir (la gramática ya la tienen en la cabeza). Es necesario hablarla para lo cual es necesario profesores mayahablantes y una institución comprometida.
Briceño Chel recordó una solicitud antigua que es la creación de una institución que encabece todos los trabajos orientados a reforzar la lengua maya, integralmente. Para lo cual se necesita, repitió, el personal indicado, los recursos y demás. Es más, pidió que se cambie a los responsables de las políticas de educación indígena y que se muestre sin temores el rostro nuevo del idioma maya.
DISCRIMINACIÓN ENTRE HERMANOS. Enseñar en el salón sabiendo maya tiene muchas ventajas, pues permite tender un puente entre uno y otro idioma, señala Daniela Esther Cano Chan, maestra de Informática en el Cobay de Teabo, segunda en participar en la mesa. Una de las dificultades de su trabajo, refirió, es la explicación de los conceptos computacionales. Pero acudiendo a su maya, los jóvenes le cobran más confianza, se acercan a preguntar, participan mejor y la atmósfera del aula es de aprendizaje y de camaradería, indica.
La maestra exhortó a los maestros que hablan maya (pero que no la usan) que hable el idioma en el aula para bien de los alumnos, y advirtió sobre el fenómeno social en que los jóvenes de la cabecera desprecian a sus compañeros provenientes de lugares vecinos por hablar “sólo maya”.
MAYA PARA ENSEÑAR CON AMOR. Para la enseñanza maya no es suficiente hablar el idioma, sino amarlo para poder enseñarlo, había señaló antes Armando Cauich Muñoz, maestro de primaria que labora actualmente en Ko’onex kanik maaya.
Profesor de primaria durante 6 años en Kuxeb, comisaría de Temax, y recopilador de un libro de narraciones mayas obra de los propios niños, Armando Cauich conoce perfectamente las ventajas de una relación maestro-alumno cuando las dos partes son mayahablantes. “Los niños hablan, participan, se sienten comprendidos; cuando el profesor sólo habla español, ellos callan y muchas veces no preguntan por inseguridad.”
Pero también hay maestros que son mayahablantes pero que, no amando lo que hacen, se la pasan regañando en maya a los niños. De nada sirve entonces hablar maya y conocer las mejores técnicas de enseñanza si no ama su labor, señaló.
El evento, realizado con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna (el 21 de febrero), estaba programado para comenzar a las 10 de la mañana pero se inició unos 20 minutos antes de las 11 dada la solicitud de la prensa tanto a los expositores como a la delegada de CDI-Yucatán, Diana Canto.
Inaugurado el evento, en que la señora Canto aseguró que las sugerencias se harán llegar a los legisladores, los ponentes desarrollaron sus temas en maya, salvo algunos instantes para comentar al margen o en atención a los que no entienden el idioma.
El maestro Macedonio Martín, en atención a la interculturalidad, habló en español un buen trecho de su discurso, ya que había en la sala dos o tres personas que no entendían maya, pero que al término dieron sus opiniones sobre los temas que alcanzaron comprender.
La delegada Diana Canto estuvo presente en la primera exposición pero se retiró poco después, prometiendo volver, ya que tenía qué hacer. El evento terminó poco antes de la 1 de la tarde. La delegada no regresó.