Un día despiertas y sientes una aspereza en un párpado. Cierras y abres, y notas que sí: hay como un gran pájaro agarrado justo en la orilla de tu párpado. Tocas con la punta del dedo y sientes la protuberancia, y sientes un pequeño ardor. Así es: hoy amaneciste con un xooy, una inflamación, bolita muy molesta y antiestética.
En los pueblos mayas todos, o casi todos, sabemos qué es un xooy. Incluso sabemos cómo se originó y cómo hay que hacer que desaparezca.
Según el Diccionario Maya Cordemex, Xooy es “sabañones, orzuelo, enfermedad del párpado, perrlla, grano en el párpado".
¿Por qué te sale un xooy? Por dos razones más comunes, según la voz popular:
Primera razón: porque regalaste algo a alguien, pero te arrepentiste demasiado tarde y te las has ingeniado para recuperarlo, y lo has logrado. “Lo quitaste lo que le regalaste”.
Segunda razón: “Algo viste”. Es decir, viste algo obsceno, por ejemplo, un desnudo, alguien orinando… A los niños nos decían también que porque vimos defecar a un perro, o copulando dos perros en la calle.
Acaso haya alguna otra razón, pero creo los más comunes son los mencionados.
Ahora, ¿cómo curarnos un xooy? Puede ser de dos maneras.
Primera forma: con el arete de oro de mamá o de algún familiar, pinchar con suavidad nueve veces la bolita del ojo. Es decir, pinchar con la punta menos corva del broche. Hacerlo una vez durante tres días seguidos. Es importante que la prenda sea de oro.
Segunda forma: verter en el ojo tres gotitas de leche materna, desde el seno mismo. También puede ser leche de alguna vecina de confianza. Hacerlo una vez al día durante tres días seguidos o hasta que desaparezca el problema. (Este mismo método se usa para limpiar el ojo de una basurilla que ha caído en él o de alguna irritación leve.)
Hay una tercera forma, un poco más pintoresca: untarse en el xooy nueve veces el pene de un cachorrillo de perro. Esto puede hacerse una vez durante tres días. (Esta fórmula tiene sentido por aquello de mirar al perro en acción en la calle.)
Prácticas como esta manera de curarse un orzuelo o perrilla, como le llaman en español, son comunes en los pueblos mayas, pero no en las ciudades donde se conocen servicios de oftalmología.
La cuestión es que en los pueblos muchos niños sobrevivimos a un xooy sólo con este remedio que siempre termina funcionando.
José Natividad Ic Xec
José Natividad Ic Xec es director de elchilambalam.com y mayapolitikon.com