La visita anual de las ánimas es la fiesta más grande de los pueblos mayas de Yucatán, y en esta ocasión se recogen, reflexionan y recuerdan con cariño a los que se han ido y que ahora regresan en breve visita
Mérida, 10 de enero de 2016 (ElChilamBalam).– La pregunta que se hacen algunos amigos de las redes sociales estos días es cómo se escribe “Hanal Pixan” (el banquete de los ánimas): si es con H como suele escribirse o es con J, “Janal Pixan”, como lo escribimos algunos que estamos un poco más familiarizados con la escritura de la lengua maya.
Hemos respondido que es preferible escribir con J (es decir, Janal Pixan), no con H (Hanal Pixan) como suele escribirse desde hace mucho tiempo.
Es nuestra opinión que lo importante es que “se entienda” el mensaje que queremos transmitir cuando escribimos en maya. Pero añadimos que desde 1984 el acuerdo es escribir siempre con J, no con H; escribir siempre con K, no con la C. Así, en este caso concreto tendríamos que escribir Janal Pixan, no Hanal Pixan.
Otra pregunta que se hacen muchos es si la manera correcta es con J ¿por qué las instituciones del gobierno de Yucatán lo escriben con H? La respuesta no la sabemos pero sospechamos que podría ser porque no tienen un asesor en estos temas, y si no lo tienen es porque simplemente no les importa el asunto. O bien tienen un asesor pero no le hacen caso. Y esto es un inconveniente para los que quieren escribir con corrección la lengua, más cuando tienen por directriz lo que hace “oficialismo” y les cuesta trabajo despegarse de esa línea.
En una mesa panel el jueves pasado en la biblioteca Cepeda Peraza, el escritor Feliciano Sánchez Chan fue un poco más drástico. Observó que el Ejecutivo firma acuerdos sobre la lengua y la cultura maya pero a la hora de hacerlos efectivos los funcionarios correspondientes olvidan “las instrucciones” del Ejecutivo, dejando en evidencia a dicho Ejecutivo (que éste también deja pasar). Al final todo es una simulación.
La lengua maya se ha escrito desde los tiempos antiguos. Primero en glifos impresos en piedra, muros, vasijas; luego en la Colonia con el alfabeto españoles que le fue impuesto a los mayas y continuamente ha tenido cambios.
La unificación de la escritura ha sido preocupación de los “intelectuales mayas” en las últimas décadas. A mediados de los ochenta se concretaron dos trabajos y ha prevalecido desde entonces el segundo (de 1984, un trabajo sólo de yucatecos), labor que ha venido a coronar recientemente la publicación de Normas de escritura para la lengua maya, en cuya definición estuvieron involucrados intelectuales de los tres estados de la Península.
Lo importante hoy día es hablar la lengua maya y escribirla cuando está a nuestro alcance hacerlo. Si hay que escribirla, hagámoslo como buenamente podamos.
Y los que tenemos más nociones, seamos tolerantes con los que comienzan. Compartamos con los medios a nuestro alcance lo que sabemos de nuestra cultura y aconsejemos con mesura cuando los que nos acompañan lo soliciten.
La pedantería y el espíritu inquisidor a tiempo y a destiempo entre los promotores de la lengua maya es real pero también es éste un desafío que superar.
Por lo pronto dejémonos de cosas lingüísticas y vayamos a comer píib.