A los diecisiete años de edad la hoy primera novelista en lengua maya, Marisol Ceh Moo, trabajaba duro pero no para apoyar a su familia ni para hacerse de sus útiles escolares muy necesarios. “Lo hacía sólo para adquirir esas cremas que embellecen la piel, esas cremas que la ponen blanca. Quería ser una chica blanca”.
El trozo de biografía que Marisol Ceh refirió a los presentes en el auditorio del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales de la UNAM (Cephcis-UNAM) trató sobre la etapa crítica de cuando rehuía su identidad como maya y el momento en que se descubrió como tal y marcó el comienzo de su carrera. “Si uno habla camina como pato, habla como pato y come como pato, no le queda nada más que reconocerse como pato”, ejemplifica.
En algún momento se hizo llamar Marisol Castro para evadir sus apellidos, pero no hay ninguna duda hoy que ella es Marisol Ceh Moo, hija de un tal Mario Ceh y una desconocida llamada Gabriela Moo, un nombre demasiado sofisticado al lado de la de ella, Marisol, un nombre que no le gustaba y le producía mucho “rencor social”.
En el auditorio del Cephcis-UNAM, Marisol presentó el jueves 17 de octubre su nueva novela El llamado de los tunkules, en el marco del Festival Maya Independiente Cha’anil Kaaj, que narra la historia de un héroe de la guerra de castas, una novela cuyos actores son todos masculinos, todos caracterizados por la primera novelista en lengua maya, nacida en Calotmul.
[pullquote]“Son inútiles los libros que escribamos en lengua maya si no hay actitud, si no exigimos nuestros derechos, si abandonamos nuestro linaje maya”, asevera la escritora Marisol Ceh Moo. [/pullquote]
Como muchos jóvenes mayas que se avergüenzan de su cultura maya (o que son avergonzados por un sistema educativo que no los comprende), tuvo Marisol Ceh un buen día tuvo que descubrirse como una mujer maya y trabajar a partir de ello.
Hoy día “escribo para demostrar que los mayas estamos aquí”, declara. Quiero demostrar que los mayas hacemos cosas importantes.
Los mayas, afirma la autora de la novela X-Teya, tenemos que generar, producir, pero al mismo tiempo exigir nuestros derechos. Porque es verdad que hay leyes sobre derechos lingüísticos pero sólo en el papel. En la vida real son una falsedad porque no se respetan.
Hay que escribir libros en lengua maya pero también tenemos que tener una actitud ante las circunstancias adversas. “Son inútiles los libros si no hay actitud, si no exigimos, si abandonamos nuestro linaje”, asevera.
Sobre la actitud que hay que tomar frente a las autoridades educativas que ignoran mucho sobre la historia maya (o la ignoran a propósito), señala que para eso estamos nosotros los mayas: “Para enseñarles, para inquietarles sobre esos aspectos que deberían saber. Quizá así entonces se interesen”.
Acompañaron a Marisol Ceh Moo en la presentación los antropólogos Miguel Güémez Pineda e Indalecio Cardeña.
El Cha’anil Kaaj termina el 26 de octubre cuando los pueblos mayas entran en una etapa de reflexión, previo al Janal Pixan, que es una verdadera fiesta.