Los mayas, imprescindibles culturalmente

El baile de las cintas, a la entrada del Gran Museo.

El baile de las cintas, a la entrada del Gran Museo.

Ocho grandes culturas ha dado la humanidad y entre ellas figura la de los mayas, recordó el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, esta mañana en el Gran Museo del Mundo Maya, en Mérida, Yucatán. 

No obstante, la cultura maya se distingue de las otras porque todavía sigue viva mientras que las otras son consideradas muertas, precisó el director de Conaculta, en el salón Mayamax, en donde se presentó el programa oficial del Festival Internacional de la Cultura Maya 2013. El paisaje, que tendrá lugar del 17 de octubre al 3 de noviembre.

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En un discurso posterior a la proyección de un vídeo sobre los objetivos del Festival, el director del Instituto de Historia y Museos de Yucatán, Jorge Esma Bazán, dejó en claro que en su gestión la cultura siempre será la prioridad.

Luego de hablar de las bellezas de Yucatán,  un representante de la titular de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, afirmó que Yucatán es uno de esos lugares que uno debe visitar por lo menos una vez en la vida.

En los próximos días, el Instituto de Historia y Museos de Yucatán lanzará convocatorias diversas para invitar a agrupaciones y personas a presentar sus proyectos, los cuales serán evaluados y apoyados si cubren los requisitos requeridos.

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A la entrada del Gran Museo se dieron cita grupos ataviados a la manera de indígenas prehispánicos colocados estratégicamente para ambientar un paisaje que incluía monumentos serpentinos y otros (de cartón).

La sala Mayamax fue insuficiente para los asistentes que quedaron de pie a los lados y a la entrada.

El llanto de un niño volvió la frescura al evento, demasiado protocolario y con asistentes de guayaberas blancas prontos a aplaudir cualquiera expresión grandilocuente de los oradores.

Uno de los más efusivos aplaudidores preguntó enojado a su compañera de aliento metálico: “¿A quién se le ocurre traer niños a este evento”? Sin embargo, la invitación no prohibía la asistencia de infantes.

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