"El Cicy quiere apropiarse de nuestras semillas", denuncia campesino maya

Bernardino Canul Xix, representantes de la organización Naal Xoy (de Xoy)

Bernardino Canul Xix, representantes de la organización Naal Xoy (de Xoy)

El Centro de Investigación Científica de Yucatán A.C. (Cicy) quiere apropiarse de nuestro maíz, de nuestro Naal Xoy, y sus intenciones no son buenas, denunció el representante de la organización con el mismo nombre, Bernardino Canul Xix, en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Chapingo (UaCh), campus Mérida.

“El Cicy quiere hacer suya la semilla y lo quiere concretar maniobrado con las autoridades –a nuestras espaldas–, inmiscuyéndose en las actividades milperas de la población”, señaló “Dino”, como se le conoce al campesino que en los últimos años ha alzado la voz en defensa de las semillas nativas o criollas.

“Como organización desconfiamos en el Cicy. Aunque formalmente haya sido aceptado por las autoridades municipales y ejidales de Xoy, después de muchos intentos. Nosotros como organización no estamos de acuerdo con sus gestiones, y después de algunas investigaciones nos hemos enterado de que sus intenciones no tienen nada de buenas” , agregó el campesino maya pero no dio más detalles.

El cronista habló con Dino momentos antes de la participación de éste en la mesa redonda “Los maíces nativos ante los transgénicos en la Península de Yucatán”, que tuvo lugar en la UaCh el viernes 12 de junio pasado.

En el evento participaron además de Bernardino Canul, los ingenieros agrónomos Luis Dzib, Bernardo Caamal y el antropólogo Pablo Duarte, coordinador de la Unorca-Yucatán

En el evento, Bernardo Caamal, alias el Arux Duende del Mayab, dejó en claro que el Cicy está desempeñando un papel activo en la socavación de la cultura maya (en los saberes ancestrales, como la milpa) y señaló la manera tramposa en que se infiltró en Xoy. Comunicador maya que ha merecido el premio internacional Atkins, Bernardo Caamal destacó que la actitud del Cicy es tanto más clara cuando casi de inmediato de haber logrado el apoyo de las autoridades de Xoy, organizó una feria de las semillas, la primera, dijeron, ¡borrando de un plumazo, ignorando completamente la Feria de las Semillas Criollas que organizaciones han estado organizando desde hace 12 años! 

Con esta iniciativa, junto con otras promesas hechas a las autoridades, el Cicy irrumpe en la comunidad, desplazando a las organizaciones independientes.

Por su lado, Pablo Duarte destacó el problema de la soberanía alimentaria. No la hay para el campesino maya, advirtió. El gobierno federal ha proyectado la importación de grandes volúmenes de alimentos, de modo que no podrá decirse que “alimentos no hay”.

En realidad sí habrá, pero los campesinos no tendrán acceso porque no tienen los medios económicos, auguro  Duarte. Y como todo será importado, el gobierno retirará con más razón las inversiones en el campo. Este escenario agravará la emigración de los jóvenes. En su Sur, por ejemplo, “muchas poblaciones se han vuelto fantasmas” porque sus habitantes han emigrado.

Preguntado sobre la distribución del maíz Sac Beh –producto mejorado y “casi milagroso” según las descripciones que dan los promotores a la prensa– para mejorar el cultivo, Bernardino Canul afirma que esto es claramente un negocio. “Si el gobierno quieres ayudar a los campesinos mayas a mejorar su calidad de vida, que invierta en el campo para que nosotros podamos hacer mejor lo que hacemos”, señaló. ¿Es mejor el mejor el Sac Beh que el Naal Xoy?, le pregunta el cronista. Y él se ríe: “Chéen je’el máakamáake’” (es como uno cualquiera).

En la mesa redonda se alzaron entre las voces del público señalando que en estos eventos siempre se termina diciendo “lo mismo”, sugirieron que los presentes no comprenden muy bien el asunto, pero en su discurso también quedaba claro algo: han leído muchos libros y son demasiados crédulos que los boletines informativos de los gobiernos y de las dependencias oficiales.

 

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